miércoles, 23 de enero de 2013

Etapa 10-De Tapera de Lagos a Villa la Angostura















Y aunque me hubiera advertido don Evaristo de la presencia de pumas en la zona, yo dormí como un lirón. Con un cuchillo Tramontina y el gas pimienta al lado. Y decidida a que si venía más de uno y me quería comer, me comería. Me dormí lo más bien, y en ese sueño bello y profundo, no escuché ni un ruido.
No salí muy temprano. Lo tomé con calma. Unos buenos mates, y encaré. Primero por el sendero equivocado. A saber: se cruza el Arroyito, a esa altura delgado, y se sube por un bosque de pinos, sólo unos metros. Yo seguí, y como no veía marcas y el sendero en pleno bosque era confuso, di marcha atrás. Volví cerca del río, me puse los anteojos y allá lo vi, del otro lado. Hay muchas marcas. Todo esta parte del sendero, por lo confusa, está marcada, así que si no hay marcas, error! Por ahí no es.
Hay un buen trepping, de un poco más de una hora, se sube hasta la divisoria de agua de los Arroyos Cataratas y Ujenco. La cagada es la cantidad de cenizas acumuladas. Son médanos de cenizas, y caminar sobre las cenizas es tanto o más fulero que caminar sobre la arena blanda. Además, llegando a esa parte alta, se acaba la sombra, y como salí tarde, en esa parte era al rayo del sol. Pero acá estamos. Sana y salva en camping de la UBA en Villa la Angostura.
En la parte alta, la vista de las montañas alrededor es espectacular. Había vacas que se iban arriando solas y mugiendo al sonido de mis pasos toscos. Después hay un descenso y uno cree que ya está pero no, muchas veces hay que subir y bajar, pocos metros, colinas breves y para sortear los lechos de los arroyos. No son profundos. No es necesario vadear ni una vez, a Dios gracias esta vez. Las botas anfibias, agradecen. Pero bueno, hay que subir y bajar, y volver a subir y así y así, hasta el cansancio. Al final se llega a un camino ancho, lamentablemente también de cenizas blandas, sin sombre. Por este camino, denso, se llega a la base del cerro Bayo donde está el centro de ski. De ahí hay que buscarse la vida para llegar hasta la ruta, 6 km, y luego a Angostura, 3 km más.
Desde el Bayo me trajeron unos pibes a los que les hice dedo. Me trajeron hasta la Villa y me bajaron en la oficina de Información Turística. De ahí caminé un pedazo hasta el camping que me indicaron. El camping está bueno. Es chico, pero está bueno. La ducha, impresionante. Hay enchufes para cargar los equipos y dicen cerca de la administración a wifi, así que ya voy a verificar si eso es cierto.

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